Descansando De Tanto Estres

Habia terminado mis deberes y tareas en mi casa ya que lo tenia atrasado y si no lo terminaba lo antes posibles podia recibir un castigo y luego de haber terminado me vesti con un traje de baño y recoji en bolso todo lo necesario para cuando una persona va a una piscina, tome luego la libre y escribi una nota diciendo que estaba en la piscina y que habia hecho todo y la nota la deje en el meson de la mesa cuando baje para irme y tome mi bicicleta para dirijirme hacia la piscina lo bueno fue que habia poca gente lo que significa mas privacidad, me fui hacia una mesa que tenia tres sillas y en una de ellas deje mi bolso y saque mi toalla, Ipod y bronceador para despues tender la toalla, quitarme mi ropa para quedarme en bikini y acostarme para tomar sol mientras escuchaba un poco de musica con volumen bajo.

El día era soleado y despejado. No es que Jack fuese un gran fan de los días perfectos, donde las familias viajaban largas distancias para ir al campo, tirarse sobre extensos prados de hierba verde y revolcarse unidos al son de la música de la naturaleza. Le daba asco. Pero debía reconocer que el calor era insoportable y le estaba achicharrando. Un viaje a la piscina no sería algo así como una idea muy alocada ni nada parecido.

No se esmeró en arreglarse, después de todo, no vería a nadie ni tampoco iría al trabajo. Se puso su bañador y una camiseta blanca. Cogió una toalla y se fue a la piscina, sin más.

Una niña, una adolescente en particular, muy molesta, que se encontraba a su lado tomando el sol, llamó su atención. No en la forma en la que a él le gustaría, sino de la forma en la que si fuese un asesino o tuviese un poco menos de paciencia, la destriparía a gusto usando una cucharita.

- Ejem... - carraspeó la garganta y se sentó en la silla, de manera que quedo mirando a la chica de manera más que penetrante. - Sé que a los adolescentes les gusta esa cosa de la música y sus Justins Biebers y sus Hannas Montanas, pero en serio, bájale un poco al cacharrito que hasta yo puedo escucharte, ¿sí? - la regañó.

estaba en mi mundo escuchando musica cuando escucho una voz gritona reclamandome por la musica y me rei por su comentario - oh lo siento disculpe, pero la musica tenia un volumen bajo y no estaba escuchando ni Justin Biebers y Hannas Montanas, eso no son mis gustos musicales y tampoco soy una niña 13 o 15 años - se lo dije tranquila y calmadamente para luego ponerle play a la musica y ahora la estaba cantando mientras seguia en lo mio que era tomar sol mientras miraba al chico que mas bien se veia como un adulto para ver que hacia, pero luego me puse ver a las personas que estaban en la piscina - bueno si me disculpa - dije levantandome mientras me quitaba los audifonos y guardaba mi Ipod en mi bolso para despues sentarme en la orilla de la piscina

El tono de voz de aquella niña hacía un efecto interesante en el cerebro de Jack. Lo hacía removerse, querer explotar y pintar la habitación de color sangre. Un tono demasiado agudo, demasiado aniñado para ser cierto. La niña se fue a sentar a la piscina, y sin más, cogió su iPod del bolso, hizo algo y se acercó a la orilla. Con el pie puesto en la espalda de la chica, la empujó a la piscina. Con ambas manos, partió el iPod por la mitad y los trozos cayeron al agua junto con decenas de pequeñas piezas entre tornillos, los audífonos, la pantalla destrozada, la carcasa y demás piezas.

- Ahora tienes excusa para gritar, mocosa. - le dijo dibujando una sonrisa de satisfacción. Volvió a su silla reclinable y se puso las gafas de sol, esperando la vuelta de la niña que seguramente traía represalias. Pero tenía un plan que haría que ella saliese mal parada.

estaba moviendo mis pies en el agua cuando vi que el chico se acerco, pero la empujo y luego vio que tenia en su mano su Ipod que a los pocos segundo lo estaba rompiendo delante de sus ojos mientras caian trozos en el agua y eso hizo que se le aguaran los ojos - pero que te hice para que hicieras eso - despues salio del agua y se acerco al chico un tanto molesta - ash tarado no me digas mocosa y si soy mocosa tu eres un tarado - despues tomo un respiro - no me voy bajar a tu nivel porque no soy como tu - luego se fue a secar con su toalla mientras se tranqulizaba de tanto enojo - tranquila mandy no te tienes que ponerte asi y menos por un tarado como el - pero despues se volteo y tomo los lentes del chico y los rompio por la mitad para luego quitarles los cristales negros para despues tirarlos al suelo

Jack siguió sentado en su silla, haciendo como si aquella mocosa no importase, como si no hubiese hecho nada. Ella se llevaría el peor de los castigos sin que se diese cuenta. Se lo llevaría como un buen baldazo de agua fría. Pero, ¿por qué? No estaba seguro, en realidad, sólo le había pillado en un mal día cerca de él. Suponía que sólo le había tocado sufrir su mala suerte.

Se sentó en su silla y llamó al vigilante de la piscina que se encontraba en su silla alta vigilando a los que estaban en la piscina por si alguno se ahogaba. Jack le susurró un par de cosas al oído y apuntó a Amanda. Anteriormente, cuando había sacado el iPod, Jack había puesto una bolsita plástica diminuta llena de cocaína. Un vistazo a esa bolsa y Amanda estaría muerta.

El vigilante se acercó a Amanda para reprenderla. Jack se sentó, mojando los pies en la piscina para ver el espectáculo. Los gritos del vigilante a la chica eran sublimes. Sonrió.

Al minuto el chico habia llamado al policia y me confundi mas hasta que el policia se acerco y reviso mi bolso para despues gritarme reclamandome de algo que en verdad me sorprendia ya que me hablaba de la droga y no sabia porque asi que lo que hacia era medio sonreir hasta que vi una bolsita y ahí me di cuenta de todo mientras fulminaba con la mirada al chico que se habia ido a la piscina para luego explicarle al vigilante sobre lo ocurrido y despues me pidio disculpa y se fue para luego sentarme en la silla y mandarle al chico una sonrisa trunfadora

Desde el otro lado de la piscina, Jack recibió la sonrisa sarcástica de la chiquilla, seguramente porque habría convencido al policía de lo contrario. Se volvió a sonreir, aún con más ganas. Era un hueso muy duro de roer, especialmente para una chiquilla de esa edad. Le guiñó un ojo, coqueto, y, desde la distancia, la invitó a sentarse a su lado, junto con él, luego de dar un par de golpes en el suelo para indicarle que la invitaba. Seguro que no se iba a arrepentir de nada esta vez.

No parecía una chica cualquiera, y hasta donde sabía, podría pertenecer a Carmel perfectamente. No estaría nada mal tener un par de amigos dentro y quitar un poco de hierro y polémica al asunto. Nunca era bueno. Nunca.

De donde estaba miraba como el chico me señalaba que me fuera sentar asi, pero lo pense unos minutos ya que dudaba de su cambio tan repentino, pero luego me acerque un poco despacio para sentarme a unos centimetro de el - he si vas hacer algo hazlo ya i decia con los ojos cerrados esperando su reaccion sabia que parecia una niña pequeña haciendo eso, pero estaba un poco asustada- yo solo quiero tratar de ser tu amiga, pero sin tan mal te caigo dime y me siento en otra parte de la piscina - se lo decia todavia con los ojos cerrados mientras movia mis pies en el agua de los nervios que tenia - y disculpa por los lentes, pero tu me habias roto mi Ipod que era un objeto especial para mi - a veces me molestaba pedir disculpa de cosas que yo no hacia, pero eso fue lo que me enseñor

Jack sólo se limitó a escuchar el constante, ruidoso y desafinado parloteo de la chiquilla. Intentó, en serio intentó calmarse, respirar hondo, darle una segundo oportunidad a la niña, incluso, si se lo ganaba, pedirle disculpas e intentar olvidar todo el malentendido del iPod, el chapuzón y las gafas, pero el tono de voz taladreante de la mocosa no hacía más que un enorme agujero en su cabeza. En momentos así, recordaba perfectamente el por qué usaba estupefacientes tan seguido. Para, simplemente, soportar la asquerosa y chillona, sobretodo chillona, realidad.

Se metió al agua, deslizándose por la orilla, dejando a Amanda hablar sola. Se zambulló profundamente para empaparse entero y sólo oír el apacible sonido del silencio que hay bajo el agua. Salió de la piscina, peinándose el pelo hacia atrás para que no le tapase los ojos. Le cogió una pierna a Amanda y la metió bajo el agua, con fuerza, ahogándola. La sacó y le dió una palmadita en la cara y la volvió a sumergir. El guardia miró lo que estaba pasando.

- Es mi hija. Siempre jugamos así. - dijo sonriente al salvavidas que se preguntaba qué hacían. El salvavidas se lo creyó y volvió a lo suyo. Sacó a Amanda nuevamente.

- ¿Y cómo estaba el chapuzón? -

Despues de salir del chapuzon que me habia dado, me separe para poder salir de la piscina y sin decir nada me fui a buscar mis cosas para sentarme en otra parte de la piscina ya que solo queria llevarme bien con el, pero se veia que era algo imposible y tampoco me voy a dar mala vida por el asi que busque un lugar que pegara mucho el sol y que estuviera cerca de la piscina hasta que lo encontrey me sente en la silla para leer ya que era una manera que tenia para no llorar de rabia o cuando me sentia mal y solo fijo su mirada en el libro esperando que nadie la molestara