¿Y ahora qué? [Libre]

Con todo el lío que había sucedido con Sam y Finn, ya no tenía muchas ganas de salir de casa. Además de que aún me sentía algo más por la mononucleosis, no estaba con ánimos para salir. Pero mi madre me alentó a que lo hiciera, y entonces, sin avisarle a Sam o a Finn, o a Mercedes (porque iba a salir, pero no iba a encontrarme con nadie. No estaba de humor para hablar, discutir, o... otras cosas) Me vestí y salí de la casa con mi bolso. Eran las ocho de la noche. Pensaba ir a ver una película, luego comer algo, y volver directamente a casa.

La noche estaba algo fría, por lo que llevaba un abrigo oscuro en mis brazos, por si luego el frío se hacía notar más. No tenía idea de lo que que´ria hacer esa noche. Pensaba que hubiera sido mejor quedarme en casa, ver alguna película, y simplemente ir a dormir. Y así fue... hubiera sido mejor quedarme en casa, porque la lluvia comenzó a caer; primero con delicadeza, y luego con más fuerza.
Me dirijí hasta la cafetería mas cercana, a paso apresurado, bajo la lluvia. Ya no había mucha gente en la calle, y menos en el parque por donde había pasado hacía unos segundos. Entré en el cálido lugar de la cafetería. No había mucha gente, y no ví a nadie conocido. Recorrí el lugar con la mirada y luego me dirijí a una mesa que estaba al lado de los ventanales. Me senté allí, y me puse a mirar por la ventana.

Ahora sí no sabía qué hacer. Por lo pronto, me limitaría a esperar a que la lluvia amainara un poco. Y si no lo hacía, debía mojarme hasta llegar a casa..

OFF:Este tema es mio ya te constesto
sin quin primero ire a comer y luego edito
XD!

off: leo te demoraste mucho en responder asi que me tomo la molestia de meterme

ON:
*andaba en la calle de hecho habia estado todo el dia con mandy, habiamos ido a ver una pelicula y a comer, la acababa de dejar en su casa y me disponia a volver a la mia pero antes de eso tendria que ir por un buen cafe ya que tenia que entregar los deveres de la escuela y no habia hacho ninguno por perezoso, la lluvia caia a cantaros me pare bajo la puerta de una casa para esperar que unos carros pasaran la calle y asi poder entrar en la cafetaria que habia del otro lado de la acera, cuando estaba asi con mi cigarrillo en la mano vi a una chica que miraba por la ventana, la mire un buen rato antes de que mi mirada se diriguiera a la calle nuevamente, cruce botando la colilla en un charco y entre a la cafeteria, no habia mesas vacias que suerte la mia, pedi en la barra un frappe, el cajero me miro raro pero asi era yo de gustos raros, camine mirando en que me sa podria sentarme y al ver a la chica me acerque sonriendo como siempre, su rostro me era familiar pero no recordaba de donde*

- hola, soy joe -- dije estirando mi mano a modo de saludo -- no lo se y no se por que pero tu cara me es familiar -- dije mirando la silla -- puedo sentarme

Seguía allí, mirando por la ventana. No se veía mucho, porque además de que era de noche y las escasas luces del parque se veían interrumpidas por las copas de los árboles, la lluvia tambien hacía dificil ver hacia afuera.
Me quedé viendo las gotas que del otro lado del vidrio caían con fuerza, algunas, y otras con suavidad.
Mientras esperaba a que vinieran a tomar el pedido, ví que alguien entraba a la cafetería. Al principio no me fijé, pero luevo levanté la vista, por instinto. Había entrado un chico al lugar que me parecía demasiado conocido como. Y al parecer, el sintió lo mismo.
-Hola -saludé con una media sonrisa -Soy Quinn.. -su nombre tambien me sonaba conocido- Claro, siéntate. -le di permiso apra sentarse, y, acto seguido, entrecerré los ojos un poco y lo miré mejor.
-A mi tambien me pareces conocido.. ¿no te he visto en algún lugar antes? -pregunté.

Una vez que el chico se sentó, olvidé por completo la lluvia de afuera y la oscuridad del parque. Me centré en tratar de recordar de donde lo conocía, rogando por que aquello me despejara la mente un poco, después de todo lo que había pasado con Sam. Me sentía horrible. Yo lo había engañado, y ahora tenía lo merecido... pero... de alguna manera sentía que no merecía estar todos los días de mi vida abrumada por lo que me pasara. En parte si, porque yo tenía la culpa. Pero deseaba tanto divertirme un poco, y tambien deseaba que Sam estuviera aquí conmigo.
Pero ahora estaría con Santana..

*sonrie mas cuando me dio permiso de sentarme, escuche su nombre y mi memoria me trajo recuerdos de mi niñes, le mire mejor al tiempo que notaba como entrecerraba los ojos, sabia que habia cambiado un poquito de hecho recordaba que ella era mucho mas alta que yo a la corta edad de 5 años y tambien recordaba que me defendia cuando algunos niños me molestaban con lo de la muerte de mi madre y por que tenia puras hermanas que me volverian una niñita, me rei un poco bajo*

- recuerdas el jardin de infantes -- dije mirando la carta -- alli fue donde nos conocimos, de hecho tu siempre me defendias -- dije sonrojandome de sobre manera

*le mire y note que pensaba en algo, luego note como se acercaba la mesera a hacer el pedido*

No sabía porqué había aceptado a que un extraño se sentara en mi mesa. Pero la verdad era que en realidad no lo creía un completo extraño, porque sus gestos, sus ojos, su físico, todo sobre él me hacía dudar y pensar que ya lo conocía. No podía ser del colegio, porque ya lo hubiera sabido desde un principio.
Entonces tras unos segundos él habló, y los recuerdos afloraron dentro de mi cabeza. Algunos en imagenes, y otros en momentos.
-Wow.. -exclamé en tono bajo al verlo sonrojarse. Yo tambien recordaba que lo molestaban, aunque no muy bien el porqué. Ya tendría tiempo para indagar en aquello. Ahora, había venido la mesera. Le pedí un café para mi, y luego Joe pidió lo suyo. Aún estaba sorprendida.
Una vez la mujer se alejó con el pedido, lo miré y abrí los ojos alsando las cejas.
-Es cierto, de ahí nos conocemos -le sonreí y reí un poco- Y tambien es cierto que te molestaban, pero ...-fruncí un poco el ceño- ...No recuerdo muy bien porqué -sonreí a medias, y lo miré.
Fue entones cuando tambien me dí cuenta de que me había sonrojado un poco.