Ahora si BFF???

Me tomo por sorpresa esa llamada que recibí, no me llevaba muy bien con esa niña Gabriella. Yo tenía varios conocidos en su colegio aparte de Cooper y Roderck y muchos de mis amigos me dijeron que ella había estado muy cerca de Roderick y de Cooper, por alguna extraña razón me importaba más la cercanía con el primero. Cooper y yo ya no éramos nada, creo que ni a amigos llegábamos pues cuando decidí terminar nuestra relación no me pareció que lo tomara muy bien.

Salí de mi casa con una falda negra que me llegaba a mitad de la pantorrilla y unas mallas blancas a juego con el polo del mismo color que usaba. Camine por el parque esperando ver a Gabriela por ahí. No sabía que iba a decirle, no tenia ánimos de pelear ni mucho menos. Solo iba en plan de saber qué pasa con ella y Roderick.

Escuche mi nombre mientras caminaba con las manos en los bolsillos del abrigo color rojo grana. Mire hacia el frente y ahí estaba a la persona que buscaba. Le sonreí débilmente y camine hasta ella. Parecía algo entusiasmada, tal vez fueran mis alucinaciones.

-Hola Gabriela, la salude cortésmente. –Como estas? Dime, para que me has llamado?-le pregunte sin pretender ser grosera, estaba siendo lo más amigable que podía. Eso de tener amigas no era lo mío. Pero Gabriela se veía simpática, tal vez en estas temporadas navideñas podría hacer el propósito de llevarme bien con alguna chica que no fuera yo misma o las porristas de la escuela.

Mi mira de superioridad no podía borrarla de m ca aun que quiera. De hecho así era yo y nunca nadie podría cambiarme, aun que si podían lograr que me comportara bien si una persona se llevaba bien conmigo y no me contradecía o me hacia algo que no me gustara, si así era, lamentarían el haberme conocido. Escuche todo lo que la chica decía. Ahora que lo meditaba bien, ella no tenia de muchas cosas que me pasaban y en ocasiones me había desquitado un poco con ella, peor no era para que se lo tomara personal, siempre me había gustado molestar un poco. Me ayudaba a la digestión. Pero ahora comprendía que Gabriella no era la culpable, era otra persona, de la cual ya me estaba encargando.

-Vaya, de verdad que esto sí que es una sorpresa, creo que te me adelantaste, pero ya que lo has dicho primero, déjame decirte que no quiero seguir con esto de “pelearnos” me disculparía por la forma en cómo te he tratado, peor ambas sabemos que ha sido entretenido así que no lo hare, aun si gustas puedes tomarlo como una disculpa. Y a mí sí que se me da bien pelearme con las personas.-le guiñe un ojo divertidamente. –Hacer la pases, seria genial, no le veo el caso a seguir peleando, ya sabes… esta la época esta de amor y paz, levémonos bien podríamos ser amigas, parece que después de todo hay algo que nos une…-sabia que ella comprendería esas ultima palabras a la perfección y si no lo hacía no se lo explicaría.

-Entonces, quedamos como amigas?-le pregunte solo para asegurarme de que todo estaba bien. Tenía más de una razón para querer ser su amiga, solo esperaba que ella no se hubiera arrepentido al escucharme hablar.

-No me lo tomo a mal, estoy acostumbrada a escuchar ese tipo de comentarios todo el tiempo, quizá todos piensan que soy la típica animada que quiere que todo el mundo la admire y todo eso y lo admito, si soy solo un poco así, pero cuando la gente se da la oportunidad de conocerme, se dan cuenta de que no soy lo que aparento.-
Era verdad todo lo que le decía. Sin embargo a mi me gustaba dar la imagen que siempre le mostraba a todas las personas de mi escuela y nunca me había sentido mal por ello. Nunca había pensando en cambiar y quizá ni siquiera logre cambiar.

Mordí mi Hot Dog para depués pasar por mis labios la servilleta que el vendedor nos había dado a cada una. No me gustaba estar sucia y menos cuando comía.

Escuche a Gabriela, fue un verdadero alivio saber que no le interesaba Roderick, veía muy difícil ser su amiga si ella no se hubiese referido a el como “hermano”. Me encogí un poco de hombros al mismo tiempo que me sonrojaba un poco. ¿Tan obvio era que Roderick me simpatizaba más de lo que debería?.

Mire hacia el suelo fijando mi mirada en el césped. –Pues, me alegra saber que buscas lo mejor para él, creo que es una persona que se merece lo mejor..-suspire y mire nuevamente a Gabriela. –Bueno, solo digamos que yo no lo veo como hermano.-me costaba ser absolutamente sincera con una persona que apenas estaba tratando sin embargo Gabriella me inspiraba confianza y aun que no le dije que su amigo me interesaba como algo mas que un simple amigo, podía estar segura de que ella ya lo sabía.

No pudo evitar mirarla con un brillo de esperanza en los ojos y una sonrisa radiante que aun que no dejaba ver perfectos dientes era entusiasta y de felicidad. –Tú, de verdad crees eso?.-le pregunte sin dejar de mirarla con curiosidad. No podía creer lo que me decía, bueno si un poco, no había razón para que ella me mintiera, Gabi era tan simpática que me resultaba imposible creer que dijera o hiciera algo malo.

Me sonrojo un poco antes de darle otra mordida a mi Hot Dog. Amaba esas cosas, pero la entrenadora Sue no nos dejaba comerlas, me mataría en este mismo momento si me viera comiendo esta “basura” como los llamaba ella. Por suerte ella no me seguía.

Mire a Gabriella dejando de sonreír un poco. De pronto su entusiasmo decayó mientras hablaba de cierta situación. La mire con e ceño un poco fruncido. –He! Gab, ¿Qué pasa?.-le pregunte. Mi sexto sentido, me decía que se traba de un chico, esperaba no equivocarme. Cuéntame Gaby, hay alguien que te gusta?.-le pregunte tratando de disfrazar la curiosidad por preocupación, en realidad era mezcla de ambas. Ahora ella era mi amiga y me importaba lo que le pasara.