Matilde a través del espejo

Recuerdo que antes de que murieran, Edgar me dijo lo buena profesora que era, y lo buena que sería con mis alumnos. William había dejado bien en claro que yo tenía muy buena relación con los jovenes, pero no sé hasta qué punto eso es verdad. Todos en estas escuelas me creen loca, claro, no me importa mucho, pero creo que son cosas que cuestan superar; uno nunca puede dejar de hacer oidos sordos a lo que dicen los demás.

Por otro lado, creo que mi mejor momento ha sido cuando actué en la famosisima adaptación del barbero demoniaco de aquel sombrío londres victoriano. ¿Qué mejor que interpretar a la alocada y enamoradiza Mrs.Lovett. Pero en ese entonces ellos me acompañaban. En fín, la vida sigue.

No me han tratado tan tan tan mal después de todo. Quiero ayudar en los clubes que hay y quiero ayudar en lo más que pueda. Me quiero sentir útil después de todo.

Creo que he interpretado a tanta gente, que ya he despreocupado y dejado de lado mi verdadero ser. Espero retomar el rumbo de mi vida y ser aceptada en estas escuelas que, con tanto gusto, me recuerdan a la chica que alguna vez fuí.