Primera clase de Teatro

Sali de trabajar temprano y me dirigí a clases sin tomarme ni siquiera una hora para dormir. Espero que no me afecte en las clases, pero ya me veía durmiendo en las tediosas clases de Matemáticas.

Entre por lo pasillos del colegio, me pesaban un poco los ojos, pero no era nada que no podía manejar, tenia que resistir hasta finales de la hora. Pase por mi casillero, y había pegado un papel en la puerta. Era de Nathie. Por un momento pensé que seria algo sobre lo que paso en el lago días atrás, por mi atrevimiento. Pero, sin embargo, era sobre un asunto que me alegro el día, tanto que logro quitarme el sueño. Comenzaron los ensayo de teatro, pensé con una sonrisa en mi rostro.

Pase de la clases de Matemática, y contento, me dirigí al aula del club del drama, entre sin golpear la puerta, y, aun con la sonrisa en mi rostro, dije:

-¡Aquí me tiene, su actor de primera fila! -Dije sin presentarme previamente y quedándome parado de la única persona que había presente, suponiendo que seria la profesora.

Después de pasar toda la mañana de un lado al otro había escuchado que las clases de teatro iniciarían por fin, le marque a Micky para contarle y como aun no tenia el numero del móvil de Zack pensé en dejarle una nota en su casillero, llevaba despierta desde las 5 am y aun tenia energía para salir corriendo.

La clase de filosofía había terminado y salí corriendo hacia el club de teatro, llevaba en mis manos unas libretas y unos libros que el profesor "amablemente" nos había encargado leer, llevaba la bolsa de la comida de lulú que había pasado a comprar muy temprano en la mañana y en la espalda la mochila con otros útiles y por su puesto a mi amada Ginger...

Entre distraída a la sala hasta que sentí que choque con alguien, por ende todas las cosas que traía en brazos se cayeron.- Lo siento... lo siento.. lo siento... lo siento...- me disculpe.- no vi por donde caminaba.- levante mi vista y vi a Zack y luego a al profesora.- Hola Zacky n.n .- sonreí

Me avergoncé por mi magnifica bienvenida al grupo y luego le sonreí.- Creo que ya conocé a la mas atolondrada de sus alumnas.- bromee un poco y recogí mis cosas

Después de la clase de matemáticas el teléfono me había sonado avisándome que había recibido un mensaje, así que lo saqué rápidamente de mi bolsillo para saber qué tenía que decirme Nathie; después de todo, era la única fuera de mis padres que usaba el celular para comunicarse conmigo, y ellos no lo harían en horario de clases a menos que hubiera una emergencia... ni tenían el tono que tenían los mensajes de Nathie.

Después de leer la información sobre la clase, me apresuré por los pasillos tratando de pasar desapercibido hasta llegar a la sala donde ya estaba la profesora, Nathie y Chastel. Como todo saludo, esbocé una sonrisa a los presentes, y levanté la mano para hacerle un pequeño movimiento a Nathie, acercándome luego para ayudarla a recoger sus cosas.

Me di media vuelta al sentir algo golpear en mi pie, y con anterioridad, la voz que me hacia parame los pelos y subir las pulsaciones de mi cuerpo. Era Nathie, y detras de ella, estaba su "amigo", le sonrei a los dos. A Nathie no me costo hacerlo, perosi un poco a Michael.
Baje y levante la unica cosa que estaba cerca mio, un lapíz. Lo Mire, lo limpie, y se lo pase en la mano Nathie, no pude evitar sonreirle en el momento que ella me recibia el lapíz.

-Hola Nathie, Desde nuestra reunion en el lago que no te veo, ¿Como estas? -Le dije aun manteniendo la sonrisa en mi rostro. No pude evitar sonrojarme, ya que me acorde del beso y la escenar tan vergonzosa que pasamos alli.

Después de que todo se aclarar y comenzara a recoger mis cosas me di cuenta que Micky había entrado casi detrás de mí, sonreí cuando me ayudo a recoger las cosas.- Gracias Micky… ya sabes que soy algo torpe…- levante mi vista y vi a Zack dándome uno de mis lapiceros, sonreí también y lo sujete.-Gracias Zacky…- escuché lo que dijo y me ruboricé, supuse que Micky también lo había escuchado… solo no sabía lo que pensaría…- Nos vimos en la presentación de la improvisación en Unique… y bueno las tareas y trabajos nos han mantenido algo ocupados.- conteste con una sonrisa.- Me disculpan voy a dejar todo esto sobre la mesa porque pesa.- dije a ambos chicos y les sonreí caminando rumbo a una de las mesas donde deje las cosas que traía en brazos.

Las palabras de Chastel me llegaron como un puñetazo. Nathie me había contado lo que había ocurrido en el lago y me daba una rabia tremenda que se hubiera atrevido a casi besarla. ¿Quién se creía que era? Solamente pensar en eso me hacía apretar mis mandíbulas, así que apenas le sonreí a ella cuando no pude decir nada para responderle de lo fuerte que las apretaba. El tipo se había besado en público en Halloween con una chica en el escenario, que podría haber sido parte de la presentación que hicieron de no ser por todo lo que se quedaron incluso después de que la música había terminado, ¿y ahora quería hacer caer a Natita en sus redes? No pensaba permitirlo.

Me quedé cerca de ella, en un ademán algo protectivo, mientras esperaba que la profesora diera alguna instrucción.

Matilda había estado enseñando toda la mañana la asignatura de "Literatura española". Y no era que no le gustaba, pero ella prefería siempre el arte. La literatura era arte, pero Matilda, ya sabes, prefería todo lo que era interpretar.

Cuando ya eran las 5 de la tarde, tomó sus cosas y salió por el corredor principal. Miraba su reloj de bolsillo cada 5 por 5 minutos para ver cuanto tiempo llevaba de retraso. Tenía que ir a ver el concierto de piano que daría un amigo en un bar de mala muerte y ella, como siempre, debía estar ahí para apoyarle.

Algunos alumnos ya se iban de la escuela. Ella siempre acostumbraba quedarse más rato para ver cómo cerraban el colegio.

Cuando salía por la puerta principal, recordó que había dejado su taza preferida de café en el aula en el que impartían el club de teatro. Seguramente aún no había empezado. Eso le pasaba a esta profesora debido a su despiste y sus ganas de hacer mágia en aquel lugar de trabajo.

Se devolvió rápidamente con una idea inconciente. Al llegar al aula, se encontró con algunos alumnos y una mujer un poco más adulta, pero no lo suficiente.

-Hola -Dijo sonriendo, abriendo unos ojos enormes y quedandose quietisima. Podía distinguir a Nathalie Carter.

Estábamos esperando la indicación de la profesora cuando una mujer interrumpió, supuse que sería otra profesora puesto que se veía mayor como para ser estudiante, sus ojos enormes color marrón se clavaron en mi, entonces me sorprendí un poco puesto que nunca antes había visto a esa mujer y su extraña manera de mirarme me aterrorizaba un poco, suavemente gire el rostro mirando a los demás esperando que ella mirara hacia otro lado, cosa que no conseguí, entonces suavemente tome la manga de la polera de Micky y di unos pasitos detrás de el para después susurrarle.- Micky… esa… esa mujer me mira muy raro.- trate de hablar muy bajito y de disimular para que nadie lo notara, aunque aun mi mirada estaba sobre aquella mujer que parecía interesada en mi.

Cuando Matilda se dió cuenta del comportamiento que tenía la chica Nathalie, prefirió mirar hacia otro lado. Seguramente no recordaba que alguna vez había reemplazado a cierto profesor de historia, pero a Matilda nadie solía ponerle atención de no ser que fuera para molestarle o mofarse de ella, o que fuesen alumnos comprometidos con el drama o la interpretación en general.

Al ver que asustaba a algunos, prefirió dirigirse directamente hacia un banco en el cual se mantenía una hermosa taza de cristal trasparente con figuras de sirenas y angeles danzando. Esa era la taza que le habían regalado su hijo y su marido para el día de la madre.

-Aquí estás -Dijo sin sacar la sonrisa de su rostro. Metió la taza en su bolsa y se quedó quieta por unos segundos. Miró a los chicos- Ya está..

Después de estar un rato en silencio, raro en mi, una persona entro al aula donde ensayábamos las tareas de teatro del club. Se notaba a distancia que era una profesora, tenia los rasgos adultos y tenia un perfil de seria y didáctica Me limite solo a mirarla y luego pasar la mirada a la profesora de nuestro club. El motivo de la visita era que se había olvidado una taza, ¿Como rayos dejos su taza tirada por ahí? Dude entonces si era profesora, ya que también se veía algo distraída.

Después de mirarla de reojo, me percate que su mirada iba hacia Nathie. ¿Se conocerían? capas que si. Luego, la profesora que entro se quedo parada un instante, y no pude evitar colocarme mi perfil de caballero.

-¿Se le perdió algo mas, profesora? -Pregunte mas que gentil y respetuoso, aunque tenia que reconocer que la mujer daba un poco de miedo.

Para colmo de que ya había entrado alguien bastante raro, entra otra persona al tiempito. Era una cheerio, lo pude supones por su personalidad, ademas, de que mas de una ves la vi en los entrenamientos, cuando iba a ver a Mantis en su practicas de Cheerio, que ella también lo era.

Dude un segunda antes de saludarla, puesto que no era momento de platicas si no de hablar de cosas serias del club de Teatro.

No aun así, apenas oí a la cheerio preguntar con ademan de "¿quien es esta loca?" no pude evitar soltar una carcajada suave, para no repercutir, aunque igual sucedió, y en toda la sala, solo se oyó mi risa cortada por el silencio incomodo que cause. De todos modos, se veía graciosa la profesora en ese trauma que tenia en sus extraños ojos.

Ví que algunos chicos ya habían llegado, y les saludé con una sonrisa a cada uno una vez iban entrando al salón. Miré a la profesora que había venido, al parecer, a buscar una... ¿taza?
Tomé mis manos, y entrelacé mis dedos delante de mi cuerpo, mientras sonreía complacientemente a todos los presentes. En cuento hubo un momento de silencio, me acerqué hacia la profesora allí presente y miré a los demás chicos.

-Buenas tardes, chicos.. soy Gabrielle, su nueva profesora de teatro. Pueden llamarme Gaby -dije, simplemente, esbosando mi mejor sonrisa de primer intento. Luego, miré a la otra profesora, de la cual no tenía idea el nombre.
-Veo que hoy nos acompañará en nuestra primer clase, profesora... ?-paré de hablar para que me dijera su nombre o su apellido. Jamás la había visto a esa mujer, y todos estaban allí parados, esperando a que comenzara la clase.

Los pasillos se alargaban un poco. Intenté no pensar en que llegaba tarde, hacer un cambio neuronal, e inmplementar toda esa energía en llegar, fuera tarde o temprano, a la maldita clase de teatro.
No era que me quedase otra opción. Le prometí a mi padre que me uniría a un club en el colegio, además del Unique, que era un poco extraescolar, aunque no estuviera tan determinado. Según él, me ayudaría a adaptarme a mis compañeros. Era una tradición de todos los años en un diferente colegio, el me convencía de unirme a un club porque tenía miedo de pasar tiempo conmigo, yo aceptaba porque no quería pasar tiempo con el, y ambos éramos felices.
Yo no sabía bailar, el club de música no se movía mucho, y si me unía a New Directions, estaría directamente haciendome competencia a mi misma. Así que, por primera vez, elegí club de teatro. No era que no me gustase el drama en sí, si no que... nunca había sido exactamente lo mio.
Y cuando entré, encontrarme con un grupo de chicos, y dos profesoras, una con cara de loca, no me hizo cambiar mucho de opinión. Per ahí estaba Zack, nuestro líder del Unique. Lo saludé con la mano, y sonreí.
-Lamento la tardanza. -susurré, era mi susurro favorito, y el que más repetía, una y otra vez.

Dios mio! Primera clase de teatro y llegaba tarde. Claro, tenía miles de excusas como: me enteré tarde, se murió mi perrito, estaba viniendo en bici, entonces se le pincho una goma, y no tenía repuesto y cuando fui a buscar uno fui atacada violentamente por un velocirraptor, y, y, y ... nada. Había llegado tarde.
Entré al aula corriendo, pero, con mi torpeza, me resbalé y caí.Mi bolso se abrió y todos mis libros quedaron allí, desparramados en el piso. Que día genial!!
Empecé a juntar mis cosas, sin poder levantarme.
-Lo siento muchisimo, profe.-dije excusandome mientras recogía mis libros-Esto no es aceptable, lo se.No volvera a ocurrir.Lo prometo.
Por lo menos tenía habilidad para pedir perdón.Julie me había enseñado a hacerlo convincentemente, pero sin ser insoportable.Le debía tanto!!

Yo estaba en uno de los primeros asientos, desde donde había visto a mi amiga accidentarse. Me levanté rápidamente, y caminé hacia Lisse, que balbueceaba una disculpa. Le sonreí, medio divertida y medio avergonzada por ella, y me agaché para ayudarla a levantar todos los papaeles que estaban desparramados por el piso. Los apilé como pude, y metí todas las hojas cuadriculadas dentro del libro de matemática, y todas las rayadas dentro del de historia, así le sería más facil organizarse cuando tuviera que ordenar todo.

Lisse me caía bien. Me sonaba a...persona simple. Buena, tranquila, amable. Mantuve la sonrisa, mientras le extendía los dos libros con papeles adentro. Mi obsesión por el orden y la practicidad, probablemente la divertía, pero, si lo hacía, no lo demostraba. O yo no lo notaba.

-Toma. -dije en un tono bajo y modulado.

Me paré, y volví a mi asiento. Me di vuelta, y saqué un anotador del bolsillo lateral de mi mochila, porque parecía que la clase estaba a punto de empezar.

Reí al ver como mi amiga se apresuraba a dejar todo en orden.Trataba de ordenar mi lio de papeles.
-Raye, no te preocupes! La ultima vez que alguien trato de ordenar ESO-dije señalando las hojas de carpeta- un presidente murió.
Terminé de acomodar las cosas en mi bolso, cuando una chica se acercó, y me ayudó a levantarme.
-Gracias! Estoy bien... Jane, soy Elizabeth.Encantada.
La saludé tranquilamente, y me fui a sentar al lado de Rachael. Saqué un cuaderno, y una lapicera rosa y escribí como titulo:
Primera Clase de Teatro
Saqué un chicle de mi bolso y empecé a mascarlo.Era una obsesión importante, y sabía que debía dejarlo, pero por otro lado no era perjudicial, asi que no me preocupaba tanto.Le dí uno a Raye y me preparé para escuchar a la profe.

Levanté una ceja.
-¿Fue Lincoln? -pregunté, mientras la porrista se acercaba a nosotras, y le tendía una mano a Lisse. Intercambié una sonrisa con ella, nos habíamos conocido en algún momento, pero no habíamos hablado mucho. Andar prejuzgando me molestaba un poco, así que, aunque mi primera experiencia con porristas había sido poco satisfactoria, no creí que todas fueran así. No podía ser que el colegio estuviese lleno de Santana Lopez en cada esquina. O eso esperaba.

Cuando me hube sentado junto a mi amiga, extendí una mano hacia ella para que me diera chicle. No estaba tan enferma como ella, pero no me molestaba mascar un poco, especialmente durante las clases.

-Gracias. -dije, cuando la materia rosa estuvo sobre mi palma. Miré a la profesora. Me había equivocado, no creo que pareciese muy lista para empezar la clase. Me encogí de hombros y volví la mirada a Lisse. -¿Como crees que sea? -pregunté.